29 DE AGOSTO 2019 • 17
(Foto de Ricardo Bohórquez)
¿Porque se llama ‘Impredecible’?
Las mujeres somos impredecibles y en
general, a mí me gusta mucho eso de impredecible
porque, como que es divertido…
¿qué te hace impredecible?, ¿que hace a
las mujeres impredecibles?’. Da un cierto
fuego a la personalidad, al momento. Las
mujeres debemos ser impredecibles, porque
que aburrimiento ser predecible. Un
poco iba por eso, a darle una connotación
positiva, de que es lindo ser impredecible.
¿Cómo surgió tu apodo de
La Baronesa del Jazz?
La Baronesa salió de un proyecto de
Galápagos de un rodaje que yo hice interpretando
a un personaje histórico real.
Después de que hice eso, la gente me
empezó a llamar Baronesa, me dio ese
apodo, y cuando empecé a hacer música,
mucho tiempo después, la prensa me
empezó a decir La Baronesa del Jazz. Me
divierte mucho.
La gente te conoce por tu
trabajo actoral, hace unos
años tu rol en la obra teatral
“El invierno de abril” te
valió el Premio ATI a Mejor
Actriz… ¿cómo ha sido esta
inclinación hacia lo musical?
Desde que estoy en Nueva York, como
que la música ha tomado un poco más
de importancia dentro de mi carrera. Yo
vengo más de un ‘background’ actoral,
he hecho cine latinoamericano, teatro,
televisión y siento que la música y la actuación
van de la mano. Como que me
muevo en los dos mundos.
¿Tus vivencias han
infl uenciado tu música?
Como que tengo esa parte muy latina,
por mi madre que es ecuatoriana y también
norteamericana por mi padre, que
era de aquí de Nueva York y yo nací en
Miami. Tengo estas raíces muy arraigadas,
de las dos culturas, me siento muy bicultural.
Dentro de la música están refl ejadas
mis vivencias. Se ve en los lenguajes y los
diferentes tipos de ritmos que he hecho en
los diferentes discos.
¿Por cuál sientes que te
inclinas más, tus raíces
latinas o las americanas?
Seguramente la latina en la parte de
pasión, espontaneidad de afecto físico. En
ese sentido siento que soy más latina que
norteamericana. La parte estadounidense
que si siento mucho, es la parte un poquito
más pragmática, la parte de se hace lo
que se dice, la organizacional, ¡también
amo a este país! Tengo los dos lados. Me
encantan los ‘pancakes’ pero también el
ceviche ecuatoriano (ríe).
¿Sientes que este género
musical está tomando fuerza?
Más y más se están abriendo las puertas
a ese tema latino porque es una comunidad
muy grande dentro de Estados
Unidos y dentro de Nueva York. Cada vez
hay más espacios, aunque igual uno se
los tiene que pelear como cualquier otro
artista. Yo soy también mitad americana
entonces, no te puedo hablar desde
un punto de vista estrictamente latino.
El latín jazz antes como que era más
instrumental, y ahora ya hay más vocalistas,
un latín jazz cantado. Hay mujeres,
no tantas, pero ya hay como que más
mujeres, parece que se está ampliando.
“Impredecible: Voces de Mujer” apoya
a programas del Plan International, organización
mundial para la prevención
de violencia e igualdad de género y educación,
del cual Cristina es Embajadora
y apoya fi elmente esta causa con parte
de las ventas de este álbum.
Esta producción se presentó a casa
llena y ovación en el Ecuador Jazz Fest,
Miami y Nueva York, generando importantes
críticas de la industria.