6 • AGOSTO 16, 2018 INMIGRACIÓN
Nueva web ayuda a indocumentados
discapacitados en EEUU
USCIS investiga 2.500 procesos de
ciudadanía por posible fraude
Por: Redacción
Meditorial@noticiali.com ás de 2.500 procesos de naturalización
realizados en el
país se hallan en la mira del
Servicio de Ciudadanía e Inmigración
(USCIS) por posibles casos de fraude
durante el trámite, reveló hoy la
agencia.
Claire Nicholson, vocera de USCIS,
confi rmó que de esa cifra por lo menos
un centenar cuenta con una sospecha
razonable y ya ha sido remitido
al Departamento de Justicia (DOJ) para
que evalúen tomar alguna acción
legal en contra de los inmigrantes,
incluida el despojarlos de la ciudadanía
estadounidense.
En junio pasado, la Administración
Trump formó dentro de USCIS un grupo
especializado de investigadores y abogados,
para estudiar casos en los que pudo
haber fraude en las aplicaciones a nivel
nacional. Dan Renaud, director asociado
de operaciones de esta agencia federal,
dijo que evalúan casos en los que se han
identifi cado que los inmigrantes usaron
más de una identidad, a veces hasta tres.
Los esfuerzos de este equipo se enfocan
en los registros de huellas dactilares
recogidas desde el año 1990, las
cuales no estaban en archivos digitales
y por ende no podía ser comparadas
con los más recientes.
Un cálculo del Departamento de Seguridad
Interna (DHS) en 2011 advirtió
que unos 315.000 inmigrantes con antecedentes
podrían haber escapado a
los radares de inspección de las autoridades
de Inmigración.
Activistas y abogados creen que estos
esfuerzos de la actual Administración
son para atemorizar a la comunidad
inmigrante.
Fernando Romo, abogado de inmigración,
advirtió que las autoridades
federales solían enfocarse en perseguir
a inmigrantes que hubieran violado los
derechos humanos o personas vinculadas
con crímenes a la humanidad.
“Lo preocupante es que ahora estarían
enfocándose en cualquier omisión,
incluso en casos de personas que llevan
décadas siendo ciudadanos”, agrega el
abogado, quien no obstante resalta que
el proceso de desnaturalización se debe
realizar frente a un juez federal.
Los inmigrantes que enfrentan mayor
riesgo son aquellos que fueron deportados
desde la frontera en la década
de los 80 y 90 y no lo reportaron, así
como aquellos que recibieron órdenes
de deportación y decidieron cambiarse
el nombre.
Por: Redacción
Ueditorial@noticiali.com n grupo de inmigrantes indocumentados
latinos con
discapacidades físicas ha formado
una organización con la que
pretenden exponer el “efecto de las
migraciones forzadas” y reclamar
su regularización migratoria en los
Estados Unidos.
“Ya que nos une el mismo mal, juntos
queremos hacerles ver a las autoridades
que somos seres humanos,
para que tengan un poco de consideración”,
señaló el hondureño José
Luis Hernández, quien perdió un
brazo y una pierna en 2006 mientras
viajaba en “La Bestia”, la red de trenes
de carga que miles de inmigrantes
utilizan como modo de transporte
para atravesar México rumbo a EE.UU.
El objetivo es “que las autoridades
vean el efecto en nosotros de las
emigraciones forzadas”, agregó Hernández
quien tramita asilo político y
urge a discapacitados indocumentados
que ingresen al sitio en internet
www.immigrantswithdisabilities.org
para recibir ayuda para regularizar su
situación en EE.UU.
Hernández, de 32 años, conoce
a otros 15 hondureños amputados
“en la ruta del inmigrante” y
que viven en varios estados, “pero
hay cientos de todos los países y
la mayoría han sufrido accidentes
en EE.UU. trabajando y viven sin
beneficios”, contó.
Además de Hernández, otro de los
discapacitados fundadores del grupo
Inmigrantes Latinos con Discapacidades
del Condado de Los Ángeles, es
el hondureño Benito Murillo, quien
camina con muletas desde que sufrió
amputaciones de un brazo y una
pierna en un accidente en el mismo
tren “La Bestia”.
Murillo dijo que después de recuperarse
de las amputaciones en México
fue deportado por las autoridades
mexicanas a su natal Honduras,
pero en 2017 emigró “de nuevo en
muletas”. “Si no estamos unidos no
podremos hacer nada”, declaró Murillo,
quien solicitó “asilo político” en
el puesto fronterizo de San Ysidro, sur
de California.
Ambos centroamericanos emigraron
por amenazas de muerte de
pandilleros en Honduras, mientras
que las mexicanas Paulina Ruiz y
Dolores Gutiérrez, ambas en sillas
de ruedas por paraplejía, invocaron
“por humanidad” gozar
de los mismos beneficios que los
residentes.
Cabe señalar que muchos discapacitados
ni salen a buscar ayuda
porque sienten que es en vano o tienen
miedo a que los deporten. “Los
inmigrantes indocumentados con
discapacidades no tienen poder, no
tienen voz y mucha gente no quiere
ni verlos”, declaró el pastor episcopal
Richard Estrada, de la iglesia
Epifanía, quien impulsa la idea de
este grupo.
(Foto: EFE)
El inmigrante hondureño José Hernández (i) junto a su compatriota Benito Murillo
(d), ambos perdieron extremidades mientras viajaban en el tren conocido como “La
Bestia”.
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/www.immigrantswithdisabilities.org