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8 • JULIO 26, 2018
El precio de ser un ‘soñador’ y los retos
para mantenerse en la universidad
Por: Sandra Anabella Torres
Psandra@noticiali.com or primera vez desde el 2010
cuando fue creada la Organización
de Estudiantes Inmigrantes
de Long Island (LIISA, por
sus siglas en inglés) un grupo de
“Soñadores” se atrevió a contar su
historia en frente de los miembros de
esta entidad y de los patrocinadores
interesados en colaborar con esta causa
que se enfoca en ayudar a jóvenes
inmigrantes, sin importar las barreras,
para que logren llegar a la universidad.
Las historias despertaron admiración,
en particular las de seis jóvenes que relataron
lo que han vivido desde que sus
padres los trajeron a Estados Unidos
siendo niños, y lo que han tenido que
hacer para poder ir a la universidad y
mantenerse en ella.
Sola desde los 18 años
“Vivía en California con mis padres,
cuando iba a terminar la escuela secundaria
ninguna universidad me aceptaba
para estudiar trabajo social porque
no tenía un número de Seguro Social”,
señaló Zuleyma González, de origen
mexicano y miembro activo de LIISA.
A la edad de 18 años decidió emprender
un camino sola. “Mis padres regresaron
a México y yo vine a Nueva York a
estudiar porque fui aceptada en Hunter
College. Fue un reto para mí porque no
conocía a nadie, pero estudiar merecía
de mi parte ese sacrifi cio”, dijo.
Desde entonces González pasó de ser
una niña a la que trajeron sus padres de
muy pequeña, a una joven responsable
que ha enfrentado retos para mantenerse
en la universidad. “He tenido que
sobrellevar una carrera universitaria
a tiempo completo y al mismo tiempo
trabajar para poder mantenerme”,
destaca esta joven que tiene 26 años y
está terminando su carrera de trabajadora
social.
Sus primeros amigos y su familia
en Long Island pasaron a ser los jóvenes
miembros de LIISA, “Soñadores”
igual que ella, los cuales se dan apoyo
y motivación para seguir hacia adelante.
“Siempre vemos a nuestro alrededor
estas historias de sacrifi cio que
nos permiten no darnos por vencidos”,
enfatiza González.
La joven también decidió ser líder
y promotora de esta organización sin
fi nes de lucro, con el fi n de dar ánimo
y guiar el camino de muchos jóvenes
inmigrantes en Long Island.
Destacan a mujeres
Adicionalmente cinco jóvenes, algunos
que aún no quieren ser identifi cados
públicamente, expresaron historias
similares a las de Zuleyma González:
trabajar y estudiar a tiempo completo
para sobrevivir, algunos sin sus padres
cerca o al cuidado de un hermano mayor.
En general estos muchachos destacaron
que sin el apoyo de LIISA no hubieran
encontrado el entusiasmo para
mantenerse en la lucha de alcanzar su
educación superior.
Fue por eso que LIISA además de mostrarle
a sus patrocinadores la importancia
de su apoyo, destacó el trabajo de dos
mujeres que en Long Island han dedicado
su tiempo a la lucha por los derechos
de los niños y jóvenes inmigrantes.
Una de ellas es Dulce Rojas, voluntaria
de LIISA desde hace seis años. “En
LIISA encontré mi identidad. Llegué a
este país cuando tenía 10 años y con
todo lo que veo que pasan los jóvenes
como yo, me doy cuenta que con mi
familia fuimos afortunados de poder
legalizarnos”, dijo Rojas.
Los “Soñadores” se convirtieron en
parte de su vida, “a través de ellos he
aprendido mucho, inclusive de mi cultura,
de mis raíces. Los admiró y seguiré
apoyándolos siempre”, añade la joven
graduada en comunicaciones y actual
directora comunitaria de la entidad SEPA
Mujer.
Por otra parte, también se destacó la labor
de la Dra. Eve Krief, fundadora de Long
Island Inclusive Communities Against
Hate, que ha promovido campañas en
Long Island en contra de la separación
de los niños de sus madres en la frontera.
“Nosotros los que tenemos voz en
este país no podemos permitir un gobierno
inhumano”, recalcó la Dra. Krief
en la reunión. Ella ha buscado dentro
de la comunidad a profesionales
y ciudadanos que se han unido a su
causa de luchar por los derechos de
los inmigrantes.
“No se trata de convocar políticos que
quieren promocionarse, sino personas
que en realidad se den cuenta que somos
tierra de inmigrantes”, dijo Krief
con quien se cerró el encuentro entre
estos “Soñadores” que buscan seguir
luchando para hacer posible que los
jóvenes inmigrantes que van a la universidad
un día reciban un estatus legal.
(Foto: Noticia)
Zuleyma Gonzalez, es una “Soñadora”
que a través de LIISA motiva a otros
jóvenes a llegar a la universidad.
(Foto: Noticia)
Dulce Rojas, voluntaria de LIISA, defi ne a
los “Soñadores” como el “encuentro con
su propia identidad”.
(Foto: Noticia)
Osman Canales, fundador de LIISA, entrega un reconocimiento a la Dra. Eve Krief por
su lucha en favor de los inmigrantes en Long Island.
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