8 • 24 DE DICIEMBRE 2020 LOCAL Niños reciben regalos navideños
del asambleísta Ramos
Por: Redacción
editorial@noticiali.com
¡Jo, Jo, Jo! Llega la Navidad para
alegrar nuestros corazones,
especialmente en este año
muy difícil donde la pandemia del
coronavirus nos ha enseñado que lo
más importante es estar agradecido
con Dios por permitirnos disfrutar de
la vida y de la alegría de dar y recibir.
En este marco especial, el asambleísta
Phil Ramos realizó una entrega de
juguetes navideños a cientos de niños
de los pueblos de Brentwood, Central
Islip y Bay Shore. Un emotivo evento
celebrado el 18 de diciembre donde el
amor y la solidaridad superó el frío intenso
de la tarde, en medio de la nieve
que aún quedaba tras la tormenta caída
en Long Island en los días previos.
Fue grandioso observar tantas caras
sonrientes de los pequeños cuando
veían al bonachón Santa Claus y a los
inquietos elfos quienes les entregaron
a los niños sus regalos de Navidad en
la “carpa de la alegría” instalada frente
al 1010 Suff olk Ave., en Brentwood. Se
distribuyeron aproximadamente 700
juguetes, en la modalidad de “Drive
Th ru” (entrega directa a los autos donde
llegaban los niños con sus padres).
En esta actividad tanto organizadores
como visitantes cumplieron las pautas
sanitarias del COVID-19.
“Este año ha sido particularmente
difícil para los niños de nuestra comunidad
... Gracias a Bobby Kalotee y Cathrine
Custance por ayudar a que esto
suceda. A Roger De Los Santos y todos
los voluntarios. Gracias al personal que
trabajó muy duro para hacer de este un
evento especial para los niños. Y gracias
a todos los niños cuyas caras sonrientes
llenaron nuestros corazones”, comentó
el asambleísta Ramos, quien junto a su
equipo de trabajo organizó con éxito
esta tradicional jornada de entrega de
juguetes a los niños de su distrito.
(Fotos: Oficina del Asambleísta Phil Ramos)
Con la presencia de Santa Claus, de los elfos, del asambleísta Phil Ramos y su equipo de trabajo, cientos de pequeños de vivieron
una jornada de amor y solidaridad con motivo de la Navidad.
Sobreviviente de Coronavirus recibe con fe el 2021
Por: Redacción
Eeditorial@noticiali.com ste año nos ha dejado gran dolor
por aquellas personas que perdimos
víctimas del coronavirus
pero, al mismo tiempo, este duro 2020
también nos deja valiosas enseñanzas
para mejorar y seguir adelante. Son
muchas las personas que así lo piensan
y sienten, especialmente quienes han
podido vencer la infección del COVID-19.
Esta es la historia de Eladia Montañez,
una trabajadora esencial sobreviviente
del temido virus quien nos da su testimonio
de vida con fe en el futuro y esperanza
de que el nuevo 2021 sea mejor.
“Creo en la ciencia y tengo fe en Dios.
Hoy mi experiencia ‘puede hablar’ con
esperanza, paciencia y también agradecimiento.
Creo que está interacción me dio
ese potencial de soportar un tratamiento
doloroso, terrible y tortuoso. ¡Es como si
te quitaran la respiración en vida! ahogándote
y que por la vías de la nariz por
un lado entra el cielo y por el otro se va.
Con la boca abierta y el aparato conectado
allí, y no poder cerrarla ... Durante 7
días así, día y noche, sólo con intervalos
para tomar pastillas y comer, pero no
hay apetito. El respirador impide hablar
... ¡imposible! ... y él teléfono sonando
... que impotencia y ansiedad mientras
que el personal médico recomendándome
relax, relax”, nos dice Montañez,
inmigrante peruana de 68 años, quien
trabajaba cuidando personas mayores
en Long Island y terminó contagiándose
del coronavirus.
“A las 7 p.m. del 29 de marzo, de un momento
a otro, no pude respirar. Llamé al
911 y en segundos estaban en la puerta
un personal paramédico y luego directo
al hospital. Muchísima gente esperaba
ahí el hisopado, me tocó a mi y me dicen
¡POSITIVA!”, recuerda Montañez sobre
esos difíciles momentos y su lucha contra
la infección que ha matado a miles
de personas. “Este Covid es horrendo sin
embargo la sonrisa no la perdía, como
educadora siempre solicito inconscientemente
una sonrisa, creo que el buen
carácter ayuda mucho”, sostiene.
Ella pasó 17 días internada y justo un
domingo de Pascua de Resurrección no
necesitó más de “ese aparato para respirar”.
Así dejó el centro hospitalario agradeciendo
el trabajo perfecto y exacto de
enfermeros y doctores, “no eran robots,
eran seres humanos, mucha juventud. En
ningún momento dejaron de ser amables
hasta mi salida. Yo confi aba en todas y
todos”, comenta. “Personalmente estaba
confi ada y segura que saldría bien. Es algo
interno de uno mismo o la resiliencia
de migrante. Tenía confi anza porque era
una mujer saludable, sana, cuidadosa y
no tomaba medicamentos salvo una que
otra vitamina”, aclara.
Nuestra sobreviviente agradece a Dios,
a la vida, a sus familiares, amigos y conocidos,
incluidos los de Facebook. “Cada
uno de ellos, de forma individual y grupal
rezaban, oraban, algunos clamaban.
Gratitud eterna a todos aquellos que se
(Foto: Facebobok EM)
La inmigrante peruana Eladia Montañez
trabajaba cuidando personas mayores
cuando se contagió del COVID-19.
ocuparon de mi porque eso trae abundancia
... Sentía las fuerzas que me enviaban
para ganar la batalla contra el enemigo
invisible”, indica. “Estoy agradecida
por tener vida, mis metas casi cumplidas
pero creo (ahora) con el propósito de dar
a los demás una palabra de aliento”.
Eladia Montañez dice que actualmente
no está trabajando porque aún tiene
algunas secuelas del COVID en su cuerpo,
como dolores lentos e insoportables,
algo que su médico le ha asegurado que
va a pasar con el tiempo.
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