20 DE JUNIO 2019 • 9
Con la línea 7 cayéndose a pedazos en Queens, jefe de
MTA dice que no hay soluciones fáciles ni rápidas
Por: Mark Hallum
Lelcorreo@qns.com a frecuente caída de escombros
de las vías del tren 7 en el oeste
de Queens continúa poniendo a
prueba al presidente de Tránsito de la
ciudad de Nueva York, Andy Byford,
mientras la Autoridad Metropolitana
de Transporte (MTA) se esfuerza para
colocar una malla de protección mientras
inspecciona la parte inferior de
las vías elevadas.
Eso fue solo parte de la discusión en
LaGuardia Community College en Long
Island City cuando los funcionarios de
tránsito respondieron a las inquietudes
del público.
Una consulta se centró en renovaciones
similares realizadas a estaciones en
las líneas N/W que podrían realizarse en
las estaciones del tren 7 para evitar la
caída de escombros de las vías elevadas.
Byford dijo que existen 60 millas de
vías elevadas en el sistema y renovar las
estaciones deterioradas a lo largo del tren
7 no es factible en este momento, aunque
la agencia es consciente de los lugares
más problemáticos para el declive.
Dado que las vías elevadas son extensas,
Byford afi rmó que la malla podría
no ser factible a pesar de afi rmaciones
anteriores de que el MTA se desplazaría
para implementar dicha medida
de seguridad.
“Lo que tenemos que hacer en última
instancia es renovar todo el metro.
No hay duda, no hay otra opción ya
que muchas de nuestras estructuras
tienen más de 100 años», dijo Byford.
“Algunas personas dicen que deberíamos
poner la malla. Bueno, pero no
queremos apresurarnos y hacer lo incorrecto.
Para empezar, llevará tiempo
hacerlo... menos de 60 millas, será
costoso, por lo que queremos hacerlo
bien. Tampoco queremos poner un sistema
que presente un nuevo riesgo de
seguridad. Cualquier sistema debe dar
a los equipos de inspección la capacidad
de ver lo que sucede debajo de la
estructura, también debe ser sufi cientemente
sólido”.
El 3 de junio, después de que una
pieza de metal cayera a la vía cerca de
la calle 53, a unos 10 o 15 pies de un
peatón, la Autoridad de Tránsito de la
ciudad de New York dijo que desplegaría
mallas en algunos lugares para
evaluar su efectividad e implementar
el sistema a nivel general para la seguridad
pública.
Este no fue un incidente aislado.
En febrero y marzo hubo casos en
que una viga de madera perforó el parabrisas
de un taxi y otro automóvil
fue golpeado por un pedazo de metal.
Nadie resultó herido en ninguno de los
incidentes, pero esto sucedió de nuevo
a otro automóvil en Long Island City,
donde cayó un gran perno que se estrelló
en el automóvil de una mujer debajo
del tren A en Richmond Hill.
“No somos el único sistema con este
problema y no vamos a poder enfrentarlo
solos como la ciudad de Nueva
York, así que estamos trabajando con
otras agencias del país y del mundo
para aprender más sobre cómo realizan
sus inspecciones elevadas. Lo que
están haciendo para asegurar la parte
inferior”, dijo la vicepresidente senior de
trenes, Sally Librera. “Así que estamos
aprendiendo sobre la marcha”.
Byford inició la reunión destacando
hasta dónde ha llegado el sistema en los
dos años transcurridos desde lo que el
Gobernador Andrew Cuomo denominó
el “Verano infernal”. Demoras generalizadas,
fallas en el servicio y un descarrilamiento
en la calle 125 en Harlem
llevaron a Cuomo a declarar un estado
de emergencia para transitar el metro.
El peor de estos problemas fue con
Amtrak, que es propietaria de la Estación
Pensilvania (Penn Statión) cuando
cerró el 20 por ciento de las vías del
ferrocarril de Long Island para realizar
reparaciones.
En respuesta a lo anterior, Byford atribuyó
gran parte de la mejora al empoderamiento
de los empleados y al despliegue
del Control de Trenes Basado
en Comunicaciones (CBTC) para reemplazar
las señales analógicas de un siglo
de antigüedad que aún estaban en uso.
Tanto el tren 7 como el L tienen un
despliegue completo de CBTC, lo que
signifi ca que la línea de Flushing ahora
puede operar 29 trenes por hora en
comparación con los 22 anteriores. Pero
Byford dijo que esta capacidad podría
aumentarse.
Como consuelo a los peatones que
han experimentado problemas a lo largo
de los años en la ciudad, Byford comentó
que el sistema no es irredimible.
No hace mucho, señaló, el metro de
Londres se encontraba en un estado similar,
y ahora ha alcanzado estándares
modernos que los viajeros británicos
disfrutan.
-Traducción de Raquel Romero
LOCAL
(Foto: Mark Hallum/QNS)
Un tren 7 de la linea Flushing llegando a Queensboro Plaza Station.
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