10 • FEBRERO 28, 2019 LOCAL
Trabajadores hispanos denuncian ser
víctimas de abuso laboral
Por: Felipe Mendoza
editorial@noticiali.com Alberto García inmigrante procedente
(enfrente de St. Bridge R.C. Church)
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de El Salvador, Nancy R.,
originaria de México, y Antonio
Caballero, de Honduras, no se conocen
personalmente pero tienen muchas
cosas en común. Los tres aseguran
haber sido víctimas de abuso laboral
por parte de malos empleadores en
el condado de Suff olk, Long Island,
Nueva York.
Para Alberto García, quien llegó a los
Estados Unidos a fi nales del 2018, su
primer trabajo se convirtió en la pesadilla
de la que nadie le habló antes de
migrar hacia “la tierra de la libertad”.
En entrevista exclusiva con nuestra
publicación hermana NOTICIA, Alberto
aseguró que en el pasado mes de noviembre
fue empleado en un restaurante
en Central Islip como auxiliar de
cocina, donde se le asignó un salario de
11 dólares por hora, con una jornada de
trabajo superior las 14 horas diarias. Alberto
trabajó durante los tres primeros
meses sin días de descanso.
Sin embargo, a fi nales de enero de
este año, un resfriado lo hizo ausentarse
del restaurante, dos días después, al
regresar, se encontró con que había sido
despedido. Alberto afi rma haber llevado
a su empleador documentos que
mostraban una visita a un centro médico
y las recomendaciones del doctor.
“Trate de hablar con mi jefe y explicarle
todo lo que había pasado pero no
quiso escucharme. El día que amanecí
enfermo, llamé para informarle sobre
mi ausencia, y aunque me dijeron
que no había inconveniente, dos días
después fui despedido”, denunció el
salvadoreño.
Acosada en la factoría
Asimismo, para la mexicana Nancy R.
la historia es muy similar. Comenzó a
trabajar en una compañía de Holbrook
siendo encargada del inventario -y tras
algunas semanas de sufrir el reiterado
mal comportamiento del gerente, que
llegaba a trabajar en estado de ebriedad,
ella decidió hablar con su jefe.
No obstante, su superior tomó medidas
en contra de Nancy y la removió
de su cargo, mandándola al área de
producción, donde adquirió una alergia,
producto del contacto con los químicos
usados en la factoría para la fabricación
de materia prima.
Pasados algunos meses, y ante una
vacante en el departamento de logística,
Nancy fue transferida al puesto. Sin
embargo, a pesar del incremento en
responsabilidades, el salario continuó
siendo el mismo, por lo que ella decidió
solicitar un ajuste salarial. A pesar
de que le aseguraron un acuerdo apropiado,
el pago siguió siendo el mínimo.
Tras acusaciones de esconder información
esencial para la compañía, Nancy
nuevamente fue trasladada al área
de producción hasta que fi nalmente,
y ante el constante acoso, Nancy salió
de la compañía. “Fui castigada por
acusaciones que no fueron comprobadas
y mi jefe fue una persona poco
profesional, asumió mi culpabilidad y
nunca buscó una manera de resolverlo”,
denunció la inmigrante mexicana.
Sin pago por falta de ‘Social’
El hondureño Antonio Caballero fue
contratado por una empresa de eventos en
Brentwood para que realizara un proyecto
fotográfi co. Él no fi rmó ningún contrato
laboral porque aunque es un profesional
en la rama de la fotografía, no tiene documentos
legales para trabajar en EE.UU..
“Me reuní con la persona de Recursos
Humanos en un restaurante y hablamos
de las condiciones del empleo,
acordamos 1,200 dólares por cada proyecto
y serían 5 proyectos en tres meses”,
declaró Antonio.
Una vez terminado y entregado el
trabajo, el empleador de Antonio le
solicita llenar el formulario W9, pero al
no tener un número de Seguro Social,
el inmigrante centroamericano apenas
pudo reunirse con la persona de Recursos
Humanos quien le afi rmó que
el pago de sus proyectos solo se haría
cuando él entregara el formulario previamente
diligenciado.
“Pasé muchos días intentando que
me pagaran pero nunca lo hicieron.
Ellos siempre supieron que yo no tenía
permiso para trabajar y aun así decidieron
aceptarme en el proyecto”, se
lamentó Antonio, antes de informarnos
de que su caso se encuentra en el Departamento
de Labores de Nueva York.
Cómo defenderse de
malos empleadores
Nancy Blanco, representante
del Comité Centroamericano,
indicó algunos de los pasos que
pueden seguir las personas que
sienten que han sido violados
sus derechos como empleados.
“Yo les recomendaría que
traten de recopilar toda clase
de evidencia posible. Ya
sean videos, mensajes, todo
lo que sirva como prueba
del abuso. No importa si es
inmigrante con documentos
legales o indocumentado,
todas las personas tenemos
derechos humanos y bajo
esa premisa debemos ser
tratados”, aseguró Blanco.
Por su parte, Lilliam Juárez,
presidente y representante
legal del Comité de Derechos
Laborales, señaló, “Es muy
importante que las personas
conozcan los derechos que
tienen en el lugar donde
trabajan. También deben
saber que en caso de que sus
derechos sean vulnerados,
pueden buscar ayuda en
organizaciones que trabajan en
pro de estos derechos o también
pueden acudir a nosotros en
la 91 N, Franklin St, 207, en
Hempstead, NY, o llamando
al teléfono (516) 565-5377”.
Cabe indicar que las
trabajadores que son víctimas
de malos empleadores,
también pueden recurrir a
las distintas organizaciones
comunitarias donde pueden
encontrar expertos abogados
quienes pueden asesorarles.
Entre éstas organizaciones
tenemos a Carecen (www.
carecenny.org/meet-the-team)
y Se Hace Camino Nueva York
(www.maketheroadny.org).
(Foto: Noticia)
Nancy R., inmigrante mexicana, oculta su identidad y apellido por temor a represalias,
tras denunciar acoso y malos tratos en la factoría donde trabajaba.
/www.maketheroadny.org
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