6 • 21 DE ENERO 2021 INMIGRACIÓN
El cruel legado antiinmigrante de Trump
Por: Redacción
Aeditorial@noticiali.com l abandornar la Casa Blanca,
el presidente saliente Donald
Trump deja un cruel legado
migratorio, un armazón jurídico que
ha llevado a mínimos históricos la migración
en Estados Unidos y pone a su
sucesor, el presidente demócrata Joe
Biden, ante el delicado equilibrio de
restablecer los derechos suprimidos
sin incentivar la inmigración irregular.
Cuatro años después, Trump se va
dejando inacabado el muro que prometió
erigir en la frontera con México,
pero que reemplazó por una serie de
medidas que, en la práctica, le permitieronv
lograr su cometido de reducir
la llegada de “indocumentados”, arrasando
de paso con la tradición del país
de proveer asilo y refugio.
Su posición agresiva frente a la migración
y la propuesta del muro fronterizo
dieron el impulso a Trump para
llegar al poder en 2017 en reemplazo
de Barack Obama. El muro es “el gran
símbolo que le funcionó y por eso
llegó a ser presidente”, afi rma el presidente
del centro de estudios Diálogo
Interamericano, Michael Shifter, para
quien Trump va a ser recordado como
un presidente al que “sólo le importó
su propia agenda de interés político”
y por “borrar los valores” del país en
materia migratoria.
Separación de familias
Las decisiones emanadas por la Casa
Blanca abarcaron distintas áreas y
destinatarios, aunque fue la separación
de miles de familias inmigrantes
en la frontera lo que caló más hondo
en la opinión pública. El traslado de
inmigrantes menores de edad a diversos
centros tras ser apartados de sus
padres dejó una huella que aún permanece,
pese a que esa política dejó
de implementarse en junio de 2018.
Abogados designados para reunir a
estas familias admitieron en octubre
pasado que no han podido localizar
a los parientes de 545 niños. Un comité
del Congreso fue más allá y ha
advertido que quizás estos pequeños
“nunca podrán ser reunidos con sus
padres”.
Otra de las medidas que tuvo impacto
fue el intento de Trump de acabar
con DACA, la protección contra
la deportación aprobada por Obama
a favor de los “soñadores”, como se conoce
a los jóvenes traídos al país siendo
niños por sus padres indocumentados.
El asunto llegó hasta la Corte Suprema,
que mantuvo el programa.
Deportación de
indocumentados
Pero fue el asilo el amparo más golpeado
por Trump. Alegando lo que tipifi
có como una crisis debido al repunte
de las detenciones en la frontera con
México -que en mayo de 2019 alcanzaron
la cota histórica de 132.856 casos-,
Trump implementó su programa “Permanezcan
en México”.
Esta política ha permitido enviar a
más de 60.000 indocumentados que
cruzaron la frontera a esperar en México
sus citas ante jueces migratorios, lo
que puede tomar meses. Por otra parte,
Washington avisó de que en 2021 sólo
podrá acoger 15.000 refugiados, la cifra
más baja en la historia del país.
La pandemia del coronavirus ha servido
igualmente de paraguas para el
cierre de las fronteras terrestres y para
que la Administración de Trump devolviera
de forma expedita a México a más
del 90 % de las personas que cruzan de
forma irregular.
400 acciones ejecutivas
Los cambios en la política de migración
“se produjeron a un ritmo sin
precedentes, incluso frenético, durante
la Administración de Trump”, señaló en
un documento el Migration Policy Institute
(MIP). Ese centro de estudios, con
sede en Washington, apuntó que con
400 acciones ejecutivas la saliente Administración
“desmanteló y reconstruyó
metódicamente” un sistema basado
en una cosmovisión de la inmigración
como una “amenaza a la seguridad y la
economía” estadounidense.
Shifter apuntó que Trump puede ser
considerado el presidente “más duro, el
más antiinmigrante, no sólo en su retórica
sino en sus acciones” en la historia
reciente del país.
(Foto: EFE)
Los inmigrantes indocumentados que buscan asilo en Estados Unidos fueron los más afectados durante el duro mandato del
republicano Donald Trump.
Reto para el
presindente Biden
Para el presidente Joe Biden la
recomendación de los expertos
es clara: mantener el equilibrio
en temas inmigratorios, aunque
son muchas las voces que piden
que el nuevo gobernante de
Estados Unidos revierta en sus
primeros 100 días las crueles
políticas instauradas por Trump,
entre ellas las que van en
contra de los niños inmigrantes
separados de sus familias.
“La nueva Administración se
enfrentará al reto de equilibrar
la eliminación de numerosas
políticas fronterizas restrictivas
de la Administración Trump, la
gestión de cualquier aumento
futuro (de la migración)
y la modifi cación de los
procedimientos y recursos en
la frontera para manejar más
adecuadamente los fl ujos”
migratorios, señaló Sarah
Pierce, analista política del MPI.
En diciembre pasado, Susan
Rice y Jake Sullivan, asesores
de política nacional y seguridad
nacional de Biden, intentaron
rebajar las expectativas, al
señalar que “la situación en la
frontera no se transformará
de la noche a la mañana”.
Ambos dejaron en claro
que el nuevo gobierno
demócrata tardará “meses” en
restablecer el proceso de asilo
en la frontera con México y
consideraron que “ahora no
es el momento” de que los
migrantes viajen hacia el norte.
Esta advertencia no parece
haber sido escuchada, ya que
desde Honduras ya ha partido
una caravana de cientos de
migrantes con la idea de
llegar a Estados Unidos. De
este modo, Biden asume la
presidencia ante lo que Shifter
denominó una “tormenta
perfecta” que puede impulsar a
más centroamericanos a migrar
a EE.UU. tras el impacto de los
huracanes Eta e Iota sobre esa
región, las cifras de violencia
y una situación económica
agravada por la pandemia.
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