18 • 2 DE ABRIL 2020 TU SALUD
¿Cómo es y cuánto demora un test del COVID-19?
Por: Redacción
editorial@noticiali.com Después de un comienzo lento,
las pruebas para COVID-19 en
Estados Unidos han aumentado
en las últimas semanas, con
laboratorios comerciales gigantes
que han puesto manos a la obra, sitios
de pruebas “al paso” y nuevos tests
aprobados bajo las reglas de emergencia
de la Administración de Drogas y
Alimentos (FDA).
Pero todavía hay retraso en los puntos
críticos del país. E incluso para las
personas que pueden hacerse la prueba
la espera a veces es larga y frustrante:
no solo de horas, sino de días y hasta de
una semana. Ante esto, expertos explican
por qué el tiempo de los resultados
puede variar tan ampliamente, y cómo
eso podría estar cambiando.
La toma de la muestra
Primero, se toma una muestra de la
nariz o garganta del paciente, con un
hisopo especial. Ese hisopo se coloca
en un tubo y se envía a un laboratorio.
Algunos hospitales grandes tienen laboratorios
de pruebas moleculares in
situ, pero la mayoría de las muestras
se envían a laboratorios externos para
su procesamiento.
Ese tiempo de tránsito dura unas 24
horas, pero podría ser más largo, dependiendo
de qué tan lejos esté el hospital
del laboratorio que procesa la muestra.
Una vez en el laboratorio, procesar la
muestra signifi ca que los técnicos extraen
el ARN del virus, la molécula que
ayuda a regular los genes.
“Ese paso de limpieza, el paso de extracción
de ARN, es un factor limitante”,
dijo Cathie Klapperich, vicepresidenta
del departamento de ingeniería
biomédica de la Universidad de Boston.
“Solo los laboratorios más grandes
tienen formas automatizadas de
extraer ARN de una muestra y hacerlo
rápidamente”.
Después de extraer el ARN, los técnicos
deben mezclar cuidadosamente
productos químicos especiales con cada
muestra y colocarla en una máquina
para su análisis, un proceso llamado
reacción en cadena de la polimerasa
(PCR), que puede detectar si la muestra
es positiva o negativa para COVID.
“Por lo general, completar una prueba
de PCR lleva 6 horas de principio a
fi n”, dijo Kelly Wroblewski, directora de
programas de enfermedades infecciosas
en la Asociación de Laboratorios de
Salud Pública. Algunos laboratorios tienen
más personal y más máquinas, por
lo que pueden procesar más pruebas a
la vez. Pero incluso para esos laboratorios,
a medida que crece la demanda,
el trabajo se va atrasando.
Los kits de pruebas
Inicialmente, solo unos pocos laboratorios
de salud pública y los Centros
Una máquina en el Laboratorio de Virología de la facultad de Medicina de la Universidad de Washington (UW) extrae el material
genético llamado ARN de muestras de pacientes, lo que permite el análisis de potenciales casos de COVID-19.
para el Control y Prevención de Enfermedades
(CDC) procesaron las pruebas
para COVID-19. Los problemas con los
primeros kits de prueba de los CDC
también provocaron demoras. Ahora,
los CDC tienen un mejor kit, y 94 laboratorios
de salud pública alrededor
del país realizan pruebas COVID-19,
dijo Wroblewski.
Pero esos laboratorios no tienen
gran capacidad. En tiempos normales,
su función principal es la vigilancia
regular de la salud pública, detectando
amenazas más comunes, como
brotes de sarampión o monitoreando
la infl uenza estacional, “pero
no hacer pruebas de diagnóstico de
la magnitud que se requiere en esta
respuesta”, dijo.
La FDA ha aprobado más de una docena
de kits de prueba de varios fabricantes
o laboratorios bajo reglas especiales
de emergencia diseñadas para
acelerar el proceso. Estas incluyen
pruebas de Quest Diagnostics, LabCorp,
Roche, Quidel Corp., y otras. Los kits se
utilizan en máquinas de PCR, ya sea en
laboratorios de hospitales o en grandes
laboratorios comerciales.
Aun así, el suministro no está a la
altura de la demanda, dijo Severin
Schwan, CEO de Roche, a CNBC, el 23
de marzo. Roche obtuvo la primera
aprobación de la FDA para un kit de
prueba bajo las reglas de emergencia,
y hasta ahora han entregado más de
400,000.
¿Y cuántas pruebas se pueden hacer
a la vez? Eso varía. Los grandes laboratorios
comerciales pueden hacer muchas.
LabCorp, por ejemplo, dijo que
está procesando 20.000 al día, y espera
superar esa cifra. Otros fabricantes, y
laboratorios, también están aumentando
la capacidad. Los más pequeños,
como los laboratorios moleculares en
algunos hospitales, pueden procesar
muchas menos por día, pero obtienen
resultados más rápido porque ahorran
tiempo de tránsito.
Resultados en 5 minutos
Mirando a futuro, las empresas están
trabajando en pruebas más rápidas.
De hecho, la FDA en los últimos días ha
aprobado pruebas de dos compañías
que prometen resultados en 45 minutos
o menos. Pero muchos funcionarios de
salud pública dicen que los médicos y las
clínicas necesitan una prueba aún más
rápida, que se pueda usar en consultorios,
como las de la infl uenza o el estreptococo.
Varias compañías van en esa dirección.
El viernes 27 de marzo por la noche,
Abbott Laboratories anunció que
la FDA ha autorizado la prueba rápida
de la compañía, que puede generar resultados
positivos en tan solo 5 minutos
y resultados negativos en 13. Las
pruebas se procesan en un pequeño
dispositivo ya instalado en miles de
consultorios médicos, salas de emergencias,
clínicas de urgencias y otros
entornos. Abbott dijo que comenzará
(Foto: EFE/Dan DeLong)
esta semana para tener 50.000 pruebas
disponibles por día.
Escasez de suministros
en Nueva York
A medida que la demanda
mundial de pruebas ha crecido,
también hay escasez de los
agentes químicos utilizados
en los kits, los hisopos para
obtener las muestras, y las
máscaras protectoras y equipos
para los técnicos. Por eso
funcionarios en Nueva York
y Los Ángeles recomiendan
priorizar a quién se debe hacer
la prueba para COVID-19.
Al frente de la línea, dijo,
deberían estar los trabajadores
de salud y socorristas;
adultos mayores que tienen
síntomas, especialmente
aquellos que viven en hogares
o residencias de vida asistida;
y personas que pueden tener
otras enfermedades que se
tratarían de manera diferente
si estuvieran infectadas.
Aun así, la escasez urgente
de algunos de los productos
químicos necesarios para
procesar las pruebas está
obstaculizando los esfuerzos
para evaluar a los trabajadores
de salud, incluso en hospitales
como el centro médico SUNY
Downstate en Nueva York.
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