8 • 7 DE MAYO 2020 LOCAL
Contralor: “Sin solución milagrosa” para
resolver el défi cit presupuestario de Nueva York
LPor: Robert Pozarycki a pandemia de coronavirus ha
puesto a la ciudad de Nueva
York en la peor crisis económica
en décadas, con el 22 por ciento de los
residentes actualmente sin trabajo y el
Ayuntamiento sumido en una brecha
presupuestaria de casi $ 9 mil millones.
El Contralor de la Ciudad, Scott Stringer,
entregó la sombría noticia durante
una presentación el martes, analizando
el presupuesto ejecutivo del alcalde Bill
de Blasio para el año fi scal 2021, que comienza
el 1 de julio.
La ciudad se encuentra en una posición
incómoda al tratar de resolver las
“enormes brechas presupuestarias” en
el año fi scal actual y próximo para la
fecha límite del presupuesto del 30 de
junio. Estas brechas, que suman un total
de $ 8.7 mil millones, se dieron como
resultado de la pandemia de COVID-19,
que resultó en distanciamiento social y
cierre de negocios no esenciales.
La tasa de desempleo del 22 por ciento
en la ciudad de Nueva York este trimestre
es la más alta desde la era de la posguerra,
informó Stringer, y es probable
que empeore antes de mejorar.
Su análisis proyecta que otros 900,000
neoyorquinos, muchos de ellos en el sector
de la hospitalidad, se encontrarán sin
trabajo a fi nes de junio.
Los hoteles y restaurantes están siendo
los más afectados, dijo el contralor.
La pandemia detuvo el turismo y miles
de habitaciones de hotel están vacías, o
se están utilizando para albergar a trabajadores
de salud de primera línea o
personas sin hogar. Los restaurantes no
pueden ofrecer servicio de mesa y están
relegados a cerrar o servir a los clientes
a través de comida para llevar.
Si bien la actividad económica en Nueva
York se desplomó debido a la pandemia,
Stringer espera que las cosas se
recuperen bastante rápido. Sin embargo,
se desconoce la velocidad de la recuperación
económica.
Stringer dijo que un plan de reapertura
medido, seguido de exámenes que
frenen la propagación del coronavirus,
podría dar como resultado una recuperación
“en forma de V” que devolvería la
actividad económica a los niveles cercanos
a la precesión en hasta tres cuartos,
o nueve meses.
El peor de los casos sería una recuperación
“en forma de W” en la que la economía
mejore después de la caída inicial,
pero recaiga debido a un segundo brote
de coronavirus a gran escala que obligue
a otro cierre económico.
Stringer también ofreció al alcalde
Bill de Blasio recomendaciones para
ajustar el cinturón en el presupuesto
ejecutivo. El alcalde quiere recurrir a
Los negocios están cerrados, decenas de miles están sin trabajo y la economía de la
ciudad de Nueva York se está desplomando poderosamente debido a la pandemia de
coronavirus, según el Contralor de la Ciudad Scott Stringer.
las reservas e instituir recortes a corto
plazo, pero el contralor indicó que pone
en peligro los programas en futuros
presupuestos.
“Es hora de ponerse serios”, dijo Stringer,
y agregó que está recortando el presupuesto
de su ofi cina en un 4 por ciento, y está
pidiendo a otras agencias de la ciudad
que hagan lo mismo. “Necesitamos hacer
esto ahora para proteger nuestra red de
seguridad social. Tenemos que hacer esto
ahora para proteger los programas que sirven
a los neoyorquinos más vulnerables”.
(REUTERS / Lucas Jackson)
Además, afirmó Stringer, la ciudad
necesita mucha más ayuda de la
que la Casa Blanca ha proporcionado
actualmente.
“Al comienzo de esta crisis, el presidente
Trump renunció a su responsabilidad
con el país”, agregó el contralor.
“Estamos pagando un alto precio por su
negligencia. No existe una solución milagrosa
para la recuperación económica,
pero la ayuda federal es lo más cerca
que podemos llegar, y necesitamos ese
dinero ahora”.
Entre Flushing y Corona, la precaución marcó la
diferencia entre la vida y la muerte
Por: Ann Choi y Josefa Velásquez
Reportaje adicional por Christine Chung
Traducción: Carlos Rodríguez-Martorell
Este artículo fue publicado originalmente
por THE CITY el 3 de mayo de 2020.
La historia ha sido editada de su versión
original. En el papel, los barrios colindantes
de Flushing y Corona, en Queens,
tienen más similitudes que
diferencias.
Los separan dos autopistas y el parque
Flushing Meadows-Corona Park, y
ambos tienen una población de clase
trabajadora con una gran proporción de
inmigrantes. Corona es un barrio mayormente
latino, mientras que en Flushing
vive una numerosa comunidad asiática.
Ambas son zonas de alta densidad poblacional
y con perfi les socioeconómicos
similares. Los residentes de las dos zonas
suelen ganar menos del ingreso promedio
del condado de Queens, y tienen una
proporción similar de personas sin seguro
médico, según la Ofi cina del Censo
nacional. En casi la mitad de los apartamentos
y casas en ambas áreas vive
más de una persona por cuarto, lo cual
el censo cataloga como “hacinamiento”.
A pesar de todo esto, las diferencias
entre Flushing y Corona no podrían
ser más marcadas cuando se trata del
COVID-19.
Desde el principio, Corona se perfi ló
como el epicentro del brote en la ciudad
de Nueva York, y no parece dar señales
de mejoría. Mientras tanto, la tasa de
casos positivos entre los residentes de
Flushing se ha mantenido entre las más
bajas de los cinco condados.
Precauciones a tiempo
Según expertos en salud pública, la
diferencia en el impacto del virus en
dos barrios tan similares sugiere que
los bajos ingresos y el acceso limitado
a servicios médicos no son los únicos
factores que determinan los estragos
del virus.
El contraste entre Corona y Flushing
también podría apuntar a una posibilidad
chocante: que las precauciones tempranas
tomadas por los residentes, obreros
y negocios de Flushing en las primeras
semanas cruciales para protegerse – durante
las cuales los gobiernos municipal
y estatal se contuvieron a la hora de actuar
– pueden haber hecho la diferencia.
Los residentes de Flushing sospechan
que la baja tasa de infección de COVID-19
de la zona se debe a las advertencias de
familiares y las noticias provenientes del
este de Asia, que llevaron a tomar medidas
preventivas y al cierre de negocios.
Datos de la ciudad confi rman que la
comunidad asiática tiene la cantidad
más baja de casos sin hospitalización.
La situación no podría ser más distinta
al otro lado de la Grand Central Parkway,
en Corona.
Una encuesta del Siena College publicada
el lunes refl eja que el 52% de los
latinos de Nueva York conocen a alguien
que ha muerto del virus, más que ningún
otro grupo étnico.
Foto: Ben Fractenberg/THE CITY
Una mujer es desinfectada al entrar a un supermercado en Flushing, Queens, durante
el brote del coronavirus el 27 de abril de 2020.